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El wellness como estilo de vida

jueves, enero 24, 2008

Estudio revela que beber un poco y ejercitar permite vivir más


LONDRES (Reuters) - Beber alcohol de manera moderada y hacer ejercicio son dos actividades saludables, pero realizar ambas cosas es aún mejor para la salud, informaron el miércoles investigadores daneses.

Las personas que no beben ni ejercitan tienen entre un 30 y un 49 por ciento más de riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca que las personas que realizan una o ambas actividades, indicaron los expertos en European Heart Journal. "El principal resultado es que parece haber un beneficio adicional de tomar uno o dos vasos diarios de alcohol y de hacer actividad física al menos moderada", dijo el director del estudio, Morten Gronbaek, de la Universidad del Sur de Dinamarca.

Varios estudios importantes revelaron que beber moderadamente, hasta dos copas diarias, está relacionado con un menor riesgo de enfermedad cardíaca y algunas investigaciones indicaron que esto conduce a un menor peligro de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Pero el estudio danés, uno de los más amplios en su tipo, que examinó el efecto combinado de beber alcohol y ejercitar, reveló que se obtendrían efectos protectores adicionales al realizar ambas actividades.

Los investigadores recopilaron información sobre el consumo de alcohol y la actividad física en casi 12.000 hombres y mujeres de 20 años o más, entre 1981 y 1983. En los siguientes 20 años, unos 1.200 participantes murieron de enfermedad cardíaca y cerca de 5.900, por otras causas.

Las personas que no bebían tenían casi un 30 por ciento más de riesgo de sufrir enfermedad cardíaca, comparadas con los bebedores moderados, sin importar la cantidad de actividad física que realizaran. El consumo moderado se definió entre 1 y 14 bebidas por semana.

En tanto, los abstemios que realizaban actividad física al menos moderadamente también podían reducir su riesgo cardíaco. Las personas que tenían el menor riesgo de muerte por cualquier causa eran las físicamente activas que consumían alcohol de manera moderada, mientras que quienes corrían más peligro eran los físicamente inactivos y grandes bebedores de alcohol, concluyó el estudio.

El ejercicio alivia los síntomas de la menopausia




NUEVA YORK (Reuters Health) - Caminar todos los días ayuda a las mujeres menopáusicas a mejorar el bienestar mental, indicó un estudio.

Investigadores hallaron que las mujeres de mediana edad que hacen ejercicio regularmente tenían menos estrés, ansiedad y depresión en la menopausia que las que no hacen actividad habitualmente.

Este resultado, publicado en Medicine and Science in Sports and Medicine, aumenta la evidencia de que el ejercicio beneficia la salud física y mental.

"Con una población que envejece cada vez más, la actividad física es una forma de que las mujeres estén mentalmente sanas", declaró la doctora Deborah B. Nelson, autora principal del estudio.

"La actividad física puede ayudar a sobrellevar mejor la menopausia y la posmenopausia", agregó Nelson, investigadora de salud pública de la Temple University, en Filadelfia.

El equipo dirigido por Nelson analizó datos de 380 mujeres residentes en Filadelfia, de unos 42 años, y premenopáusicas al inicio del estudio. A los ocho años, el 20 por ciento había llegado a la menopausia y un 18 por ciento estaba en la última fase de la transición.

Los autores hallaron que las mujeres con altos o moderados niveles de ejercicio tenían menos estrés que las participantes sedentarias.

Entre las mujeres posmenopáusicas, las que hacían ejercicio habitualmente tenían menos estrés y eran menos propensas a desarrollar síntomas de ansiedad y depresión.

Sin embargo, el ejercicio no demostró proteger a las mujeres de los síntomas físicos de la menopausia, incluidos los sofocos.

"Los síntomas físicos, como los sofocos, desaparecen al llegar a la menopausia, pero la salud mental es algo que debe seguir preocupando a las mujeres en la posmenopausia", dijo Nelson.

La experta destacó que las mujeres no necesitan hacer ejercicio intenso para lograr una mejoría mental y emocional.

"En la ciudad, las participantes caminaban en la calle o en centros comerciales. Se podían organizar grupos para salir a caminar después de la cena. No tenían que ir al gimnasio"

El yogur evita el estreñimiento


Diversos estudios coinciden en que la ingesta de yogur u otros productos lácteos fermentados disminuyen el tiempo de tránsito intestinal, mejorando así el malestar provocado por el estreñimiento. Estos efectos positivos se observan incluso en personas que llevan una dieta pobre en fibra.

El yogur es un alimento caracterizado porque, a su efecto saludable derivado de sus interesantes cualidades nutricionales (proteínas de calidad, calcio, fósforo y vitaminas B2, A y D), se suma el efecto asociado a los microorganismos que contiene.

Es famoso por las distintas acciones orgánicas saludables del yogur como alimento probiótico , gracias a microorganismos vivos que, ingeridos en cantidades suficientes, ejercen un efecto positivo en la salud que supera a los efectos nutricionales convencionales del alimento que los contiene.

Son principalmente las bífidobacterias las que reportan mayores beneficios en la regeneración de la flora intestinal

La palabra probiótico es una palabra compuesta del latín y del griego que significa «favorable a la vida». Bajo el calificativo probiótico se engloban, además de los microorganismos originales del yogur ('Lactobacillus bulgaricus' y 'Streptococcus thermophilus'), las nuevas leches fermentadas con diversas bacterias lácticas ('Bifidobacterium', 'Lactobacillus acidophilus' o 'Lactobacillus casei inmunitas').


Efecto preventivo y terapéutico

Desde los años 20 existen referencias escritas por médicos que recomendaban leche ácida, que contenía bacterias lácticas del género 'Lactobacillus acidophilus', para el tratamiento de la constipación o estreñimiento.

Este tratamiento era eficaz para muchos pacientes. La ingesta de un mayor número de bacterias (no patógenas) concentradas en un solo alimento ayuda al mantenimiento y a la restauración de las funciones de la flora intestinal endógena, algo que redunda positivamente en el tránsito intestinal.

Son principalmente las bífidobacterias, características de un tipo de leches fermentadas, las que reportan mayores beneficios en la regeneración de la flora intestinal y, en consecuencia, en la prevención y el tratamiento del estreñimiento. Este tipo de bacterias son un componente importante de la flora natural del intestino humano.

Yogur y dieta rica en fibra

El tratamiento médico-nutricional del estreñimiento crónico debe adecuarse individualmente. En un principio se basará en un ajuste dietético que incluya más alimentos ricos en fibra (integrales, frutas, hortalizas, legumbres y salvado de trigo o de avena), acompañado de un mayor consumo de líquidos.

Es tan importante como la dieta realizar ejercicio físico y tonificar los músculos abdominales, que son los encargados de ayudar en el proceso de evacuación.

El médico evaluará la necesidad de acompañar la dieta con laxantes, en un inicio suaves, del tipo formadores de masa o mucílagos (plántago ovata o metilcelulosa, entre otros).

Los datos descritos inducen a pensar en la ventaja de la presencia habitual de yogures u otras leches fermentadas, unidos a una dieta rica en fibra, en la alimentación cotidiana, en particular si se sufre estreñimiento o si se desea acortar el tiempo de tránsito intestinal.

Diversos estudios coinciden en que la ingesta de yogur u otros productos lácteos fermentados disminuyen el tiempo de tránsito intestinal, mejorando así el malestar provocado por el estreñimiento. Estos efectos positivos se observan incluso en personas que llevan una dieta pobre en fibra.

El yogur es un alimento caracterizado porque, a su efecto saludable derivado de sus interesantes cualidades nutricionales (proteínas de calidad, calcio, fósforo y vitaminas B2, A y D), se suma el efecto asociado a los microorganismos que contiene.

Es famoso por las distintas acciones orgánicas saludables del yogur como alimento probiótico , gracias a microorganismos vivos que, ingeridos en cantidades suficientes, ejercen un efecto positivo en la salud que supera a los efectos nutricionales convencionales del alimento que los contiene.

Son principalmente las bífidobacterias las que reportan mayores beneficios en la regeneración de la flora intestinal

La palabra probiótico es una palabra compuesta del latín y del griego que significa «favorable a la vida». Bajo el calificativo probiótico se engloban, además de los microorganismos originales del yogur ('Lactobacillus bulgaricus' y 'Streptococcus thermophilus'), las nuevas leches fermentadas con diversas bacterias lácticas ('Bifidobacterium', 'Lactobacillus acidophilus' o 'Lactobacillus casei inmunitas').

Efecto preventivo y terapéutico

Desde los años 20 existen referencias escritas por médicos que recomendaban leche ácida, que contenía bacterias lácticas del género 'Lactobacillus acidophilus', para el tratamiento de la constipación o estreñimiento.

Este tratamiento era eficaz para muchos pacientes. La ingesta de un mayor número de bacterias (no patógenas) concentradas en un solo alimento ayuda al mantenimiento y a la restauración de las funciones de la flora intestinal endógena, algo que redunda positivamente en el tránsito intestinal.

Son principalmente las bífidobacterias, características de un tipo de leches fermentadas, las que reportan mayores beneficios en la regeneración de la flora intestinal y, en consecuencia, en la prevención y el tratamiento del estreñimiento. Este tipo de bacterias son un componente importante de la flora natural del intestino humano.

Dieta rica en proteínas y baja en carbohidratos saca el hambre


NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sobre hombres obesos sugiere que una dieta rica en proteína y reducida en carbohidratos sería la combinación más efectiva para bajar de peso sin sentir hambre.

Las proteínas causan saciedad y, cuando se combinan con pocos carbohidratos, ayudan a que el cuerpo utilice las reservas de grasa. Esto permite bajar de peso en el corto plazo, según publicó American Journal of Clinical Nutrition.

"El hambre es una de las principales causas por las que fallan las dietas", dijo la doctora Alexandra M. Johnstone a Reuters Health.

"Por lo tanto, si comprendemos mejor cómo funciona el control del apetito durante un plan alimentario para bajar de peso podremos diseñar dietas más efectivas sin que los pacientes tengan hambre", agregó la especialista.

El equipo dirigido por Johnstone, del Instituto de Investigación Rowett, en Aberdeen, Gran Bretaña, comparó el nivel de hambre, apetito y descenso de peso en 17 hombres obesos.

Los participantes, de 38 años, vivieron en el laboratorio durante las dos intervenciones alimentarias de corto plazo.

Los sujetos podían elegir libremente la cantidad de alimentos que comían de menús diarios preparados con un 30 por ciento de calorías provenientes de proteínas y un nivel de carbohidratos bajo (del 4 por ciento) o moderado (del 35 por ciento), más un 66 o un 35 por ciento, respectivamente, de grasas.

Durante las primeras cuatro semanas, el equipo asignó al azar a los hombres a comer menús ricos en proteínas, pero con una cantidad baja o moderada de carbohidratos.

Luego, todos realizaron una dieta de mantenimiento obligatoria durante un mes antes de iniciar la dieta que antes había hecho el otro grupo durante otras cuatro semanas.

Si bien ambas dietas ayudaron a bajar de peso, la que era rica en proteínas y con pocos carbohidratos permitió adelgazar más y tener menos hambre.

El equipo está utilizando estos resultados para evaluar la relación entre el cerebro y el hambre en más estudios por imágenes.

Los autores confirmaron que las dietas ricas en proteínas y con pocos carbohidratos producen saciedad y hacen bajar de peso, pero sugieren que se cumplan por períodos cortos y bajo supervisión médica, ya que no son adecuadas para todos.

La presión alta en las mujeres predice el riesgo de diabetes


NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres con presión alta o en aumento son hasta tres veces más propensas a tener diabetes tipo 2 que aquellas con presión baja, indicó un nuevo estudio.

Y esto es independiente del sobrepeso u otros factores de riesgo que predisponen a desarrollar cardiopatías y diabetes.

Estos resultados corresponden a un estudio de 10 años de duración realizado a 38.172 mujeres sin enfermedad cardíaca o diabetes al inicio de la investigación, en 1993.

Los investigadores dividieron a las mujeres en cuatro grupos: las que tenían presión óptima (menos de 120 mmHg de presión sistólica y de 75 mmHg de presión diastólica); las que tenían presión normal (120-129 mmHg y 75-84 mmHg); las que presentaban presión alta dentro de un rango normal (130-139 mmHg y 85-89) y las que tenían presión alta (por lo menos 140 mmHg y 90 mmHg y/o antecedentes de hipertensión o tratamiento previo para prevenirla).

En total, 1.672 mujeres desarrollaron diabetes tipo 2 durante el seguimiento y un 9,4 por ciento tenía presión alta permanente. El 5,7 por ciento de las mujeres que desarrollaron diabetes tipo 2 estaba en el grupo con presión alta, pero dentro del rango normal.

Tras descartar distintos factores, como la edad, la etnia, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el peso, la actividad física y los antecedentes familiares de diabetes, el equipo dirigido por el doctor David, de la Escuela Médica de Harvard, las mujeres con presión alta tuvieron tres veces más riesgo de sufrir diabetes que aquellas con presión óptima.

Las mujeres que tuvieron presión alta durante el estudio también sufrieron alto riesgo de desarrollar diabetes.

Las pacientes con presión alta, pero dentro del rango normal, tuvieron un 26 por ciento más de riesgo que aquellas con presión estable o baja. En las mujeres que desarrollaron hipertensión, el riesgo aumentó al 64 por ciento.

Este estudio, concluyó el equipo, "aporta evidencia sólida" de que la presión y su progresión están relacionadas con un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2.

Tomar café reduciría el riesgo de cáncer de ovario


LONDRES (Reuters) - La cafeína parece reducir las probabilidades de que una mujer desarrolle cáncer de ovario, mientras que fumar o beber alcohol no causarían ese efecto, según indicó el martes un equipo de investigadores estadounidenses.

Los beneficios para las consumidoras de cafeína parecían incluso mayores en el caso de mujeres que nunca han utilizado anticonceptivos orales ni hormonas posmenopáusicas, de acuerdo con el texto publicado por los investigadores en la revista médica Cancer.

"Respecto a la cafeína y las bebidas con cafeína, en general observamos un riesgo menor de cáncer de ovario al aumentar su consumo", escribieron Shelley Tworoger, de la Escuela Médica de Harvard, y sus colegas.

Se calcula que cada año hay 190.000 nuevos casos de cáncer de ovario en todo el mundo, una enfermedad más común entre las mujeres de más de 50 años. A menudo, las pacientes sólo presentan síntomas leves o nulos hasta que la enfermedad ha avanzado.

Estudios anteriores relacionaron el consumo de cafeína con un menor riesgo de cáncer, pero según los investigadores es necesario más trabajo al respecto para determinar los mecanismos biológicos que explican la protección frente al cáncer de ovario.

El equipo examinó datos tomados de cuestionarios de más de 121.000 mujeres de entre 30 y 35 años, recogidos dentro de un estudio realizado en Utah, Estados Unidos.

Los investigadores no encontraron una relación significativa entre haber fumado o bebido en el pasado y el riesgo de padecer cáncer de ovario, aunque los cigarrillos sí parecían aumentar la probabilidad de padecer una variedad poco común de la enfermedad.

En tanto, los riesgos parecían disminuir cuanto mayor era el consumo de cafeína total y de café, según el estudio. El café descafeinado no tenía ningún beneficio aparente.

"La posibilidad de que la cafeína reduzca el riesgo de cáncer de ovario, especialmente en las mujeres que antes no han consumido hormonas exógenas, es intrigante y merece un estudio más amplio, incluyendo una evaluación de posibles mecanismos biológicos"