Ya hemos hablado de la acupuntura y de la auriculoterapia como tratamientos muy recomendables para muchos problemas.
Si bien la acupuntura es un tratamiento que puede resultar significativo a la hora de perder kilos, no es una solución total a la obesidad; por el contrario, más allá de sus buenos resultados es una práctica complementaria, y si se aplica en solitario no dará resultados.
Sin embargo, si está acompañada de una actitud por parte del paciente que implique una fuerza de voluntad considerable como para seguir una buena dieta, la acupuntura le será muy útil para sus cometidos.
Al insertar agujas en determinadas partes del cuerpo y del oído, esta práctica hace que el cuerpo libere ciertas endorfinas capaces de reducir los niveles de estrés, angustia y frustración, estados anímicos que suelen ser los causantes de la ingesta exagerada de comida.
Sin embargo, no cualquier acupunturista puede guiar al paciente en un tratamiento de este tipo. Un acupunturista con conocimientos nutricionales es ideal, puesto que puede combinar sus conocimientos con el tratamiento de acupuntura para poder así recomendarle al paciente qué tipos de dieta seguir para complementar el tratamiento.
Sería mucho más deseable que el acupunturista trabajara con un dietista, asistiéndose mutuamente para tratar al paciente. Pues no se debe olvidar que este tipo de tratamientos no son generales, por el contrario, son personalizados, y el organismo de cada paciente demanda determinado tipo de tratamiento.
Como a veces es frecuente toparse con profesionales negligentes, recomendamos consultar la sociedad de acupunturistas de su país para obtener referencias y recomendaciones de profesionales.
Vía | Euroresidentes
agradecimientos a otramedicina.com
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